La primera vez que te tuve entre mis brazos... no supé qué hacer... pensé "pobre pelusa mía con esta madre!"... y no parabas de llorar hasta que te besé, te acurruqué en mi pecho y te dije al oido "pech... no llores está mamá aquí" fue mágico como tu llanto paró... lloraba de felicidad de sentirte, de verte... imaginaba tu voz, tus pasos, tu risa, tu vida la pensé en 10 segundos al tenerte recién nacida... ahora te observo y te has convertido en una niña alegre, inteligente, madura ... no, muy madura para tu edad mi pequeña estrella, mi pepita calabaza... has vivido tantas cosas conmigo... que a veces no sé cómo puedes tener aun esa risa contagiosa... sé que te he fallado muchas veces... que quisé darte el universo entero en una caja de cristal como en los cuentos de princesas que te gusta escuchar... pero la vida no es así... algún día comprenderás cada decisión que he tomado desde que naciste y sé que habrá muchas preguntas y reclamos... de hecho ya los hay... pero...siempre he tomado las decisiones creyendo que es lo mejor para tí... y somos tan parecidas que quizá por eso chocamos...ahora ya puedes leer estas lineas y sé que has tomado de mí el gusto por la tecnología, por la lectura, el disgusto a la injusticia y las ganas de aferrarse a la vida y ser feliz cuando parece que todo es gris y no hay soluciones... eres necia mi canela, rebelde... libre como el viento... ahora te veo dormir, tranquila... y es cuando me doy cuenta que ha valido la pena mirar atrás y haber pasado por tantos obstáculos... sé que nos esperan más pero estás conmigo apoyándome, animándome, no me dejas caer mi niña... -"ni una lágrima más mami, ni una"- y seguiré luchando para que sigas siendo feliz, no prometo que el camino será fácil pero SÍ que estaré ahí a tu ladito en el arte de vivir.
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