(Fragmento de un corrido
de la Revolución Mexicana)

El escribir este post en honor a las "soldaderas", "rieleras", "adelitas","vivanderas","coronelas" o hasta las "viejas de los soldados" vino a mi cabeza cuando comencé el traje típico de una mujer de éstas, porque a mi Pech le han encargado que se disfrace de una de ellas para el Festival tradicional de cada año del 20 de Noviembre (Día de la Revolución Mexicana), cada vez estamos mas cerca del 2010 y será un siglo; a estas mujeres no se les ha dado el reconocimiento debido pero yo se lo doy en este post en mi alocado blog.

Eso que dice la canción de "Adelita" que quiere comprarse un vestido de seda para que la lleven a bailar al cuartel, JA ... son puras frases meramente románticas en comparación de lo que realmente pedían y querían estas mujeres, pero sobre todo VIVIAN día a día.

Pero comencemos con el tema de hecho, las soldaderas eran las mujeres campesinas en su mayoría que se encargaban de lavar ropa, hacer comida, cuidar hijos, tambien eran espías en los pueblos, las que transportaban las armas, eran telegrafistas, enfermeras, empleadas de oficina, reporteras, editoras de periódicos, maestras, entre otros oficios y profesiones que desempeñaban y eran compañeras sexuales de aquellos revolucionarios que dieron su sangre por este país, muchos de ellos, no son recordados porque no tienen el nombre de Emiliano Zapata o Francisco Villa por destacar a los más conocidos.

Estas mujeres sopotaban pésimas condiciones de vida, miseria, desnutrición, embarazos, partos y la crianza de sus hijos (as) bajo las peores circunstancias.La mayoría de ellas viajaban con las tropas, seguían paso a paso a sus esposos, a sus parejas que habían sido tomados en leva (reclutados) por el bando federal.

Cuando sus esposos morían en combate, las soldaderas podían buscarse otro hombre (para los soldados era esencial tener a “su vieja” que los cuidara y para las mujeres un hombre que las protegiera) o usar el uniforme y el arma del difunto para lanzarse al combate. Como puede verse, las soldaderas fueron un soporte fundamental para que los bandos federales pudieran continuar la lucha contra los rebeldes ya que brindaban un importante servicio a las fuerzas armadas del gobierno.

Los ejercitos Villistas, Maderistas, Zapatistas contaban entre sus tropas con mujeres combatientes. Se menciona que muchas de estas mujeres utilizaban pseudónimos, tales como: La Coronela, La Chata, La Corredora, La Güera Carrasco, lo cual les otorgaba una identidad de igualdad y poder frente a los hombres. Muchas fueron ascendidas a coronelas, lidereaban tropas masculinas. Al terminar la revolución, algunas mujeres recibieron pensiones como veteranas de la Revolución Mexicana.

La participación de las mujeres en el ámbito político fue de vital importancia. Las magonistas, como Juana Belén Gutiérrez y Dolores Jiménez y Muro, llevaron a cabo un movimiento para liberar a los presos políticos en 1911; las maderistas Teresa Arteaga y Carmen Serdán formaron grupos antirreeleccionistas y difundieron los principios de la democracia.

En el movimiento que apoyó a Venustiano Carranza la presencia de las mujeres también fue destacada. Ahí encontramos a Hermila Galindo quien sostenía que la participación activa de las mujeres debía darse tanto en los asuntos políticos del país como en los privados. Ella fue una de las feministas más importantes en México entre 1915 y 1919.

El 16 de enero de 1916, cuando se llevó a cabo el Primer Congreso Feminista de Yucatán, que reunió a 700 mujeres destacadas de toda la república, representa un avance en la lucha por los derechos de las mujeres mexicanas.

El congreso fue convocado por el gobernador yucateco Salvador Alvarado, 13 meses antes del Congreso Constituyente al final de la Revolución Mexicana. Como resultado de esta reunión las mexicanas ganaron el derecho a la administración de bienes, la tutela de hijas e hijos y salario igual a trabajo igual.

Gracias a la lucha que sostuvieron las mujeres durante la revolución sus demandas fueron incorporadas a la legislación y plasmadas en leyes tales como la Ley del Divorcio con Disolución de Vínculo, promulgada por Venustiano Carranza en 1914, la Ley Sobre Relaciones Familiares expedida de 1917 y la Ley del Matrimonio, que decretó Emiliano Zapata en 1915.

Finalmente el 5 de febrero de 1917 fue promulgada la Constitución Mexicana. En el articulo 123 se determinaron protecciones relativas al desempeño del trabajo femenino orientadas al rubro de la salud durante el embarazo y a la realización de trabajos que exigieran esfuerzos considerables.

Mujeres... ¿el sexo debil?

!!JAMÁS¡¡